jueves, 10 de marzo de 2011

Capítulo 44


-¿A Rocket to the Moon?-aventuro.
-Correcto.
-¿Cuál es tu rol?
-Aparte de ser el único que tiene un poquito de decencia en el grupo, voz y guitarra.

Me río con su comentario. Y no puedo evitar emitir una radiante sonrisa cuando le miro, parece una persona realmente agradable y muy natural. Sus tatuajes pueden asustar al principio, pero tras un par de frases y un trío de miradas un tanto indiscretas, descubres que lo hacen más dulce. Sinceramente el tattoo de ET sobre el hombro derecho es el que más me llama la atención, es la prototípica imagen de la película: el extraterrestre volando en la bicicleta del protagonista.

-¿Amante de ET, eh?
-¡Es la mejor película del mundo!
-Mmm sí, bueno, no está mal…- (DISCREPO TOTALMENTE CON SU COMENTARIO)- Pero siempre he sido más de Charlie y…
-¡La fábrica de chocolate!- Se gira inmediatamente hacia mí tras completar la frase, parece más animado conforme avanza la conversación, nos reímos.- Sí, tienes razón, esa es genial.
-La vi el otro día, es una especie de terapia, siempre viene bien saber que puede haber gente como Charlie en el mundo…
-Sí… si todos fuéramos como él sería todo tan fácil ¿verdad?

Y así continuamos con un análisis de lo más detallado de la película, empezando por el personaje de Charlie y acabando por repasar la coreografía de los Umpalumpas (en este punto tuvimos ciertas discrepancias y recibimos muchas miradas de incredulidad por parte de nuestros compañeros tras nuestros intentos de reproducir dicha coreografía).

-Dios, ahora me apetece volver a verla- añado.
-¡Podríamos! La buscaré luego en Itunes, pásate esta noche después del concierto si quieres, verás como llevo razón y el cuarto paso es el de los brazos.
-¡Es brazos-piernas-brazos-piernas!- Digo exasperada.- Pero me encantará dejarte mal de nuevo.
Se ríe y niega con la cabeza.
-Pues decidido, te veo luego, mi habitación es la 1086, estaré con Andrew, que es el batería.- Me señala al chico que tiene la posesión del balón en este momento.- Y bueno, el que viene hacia nosotros ahora mismo es Eric, más conocido como Halvo.
-Eh, tío.- Le dice Halvo a mi compañero- mira…- Eric se coloca una especie de piedra en la boca encima de la mandíbula- ¡Encontré un diente!
Nos echamos a reír y Nick niega con la cabeza, le parece difícil de creer, me comenta que Halvo siempre acaba sorprendiendo a la gente por su estupidez, el inculpado le devuelve el piropo con el dulce gesto de fuck.

Halvo se une a nuestro club de los “aburridos” (en realidad, tranquilos) y la verdad que al principio me resulta un poco incómodo: no sé si continuar con la conversación que tenía con Nick o volver a establecer una en la que también pueda introducirse Halvo, por dentro maldigo, y mucho, al compañero de banda de Nick, por entrometerse, pero al final acaba gustándome también, es muy divertido aunque sus puntos podrían ser considerados como esquizofrenia fácilmente por cualquier persona sin necesidad de cuatro años de carrera, en cualquier caso, le pasaré el número de mi amiga Airin, para futuras complicaciones.

-Tíos… se me han mojado los zapatos…
-Normal, si te pusieras chanclas como todo el mundo para ir a la playa…- Le recrimino.
-Pero si tú también llevas deportivas.
-Yo tengo la excusa de que no sabía que iba a ir hoy a la playa, pensé que las zapatillas son lo más cómodo para un concierto.
-¡¿Vienes al concierto?!- Me pregunta Nick. Asiento contenta por su reacción tan espontánea.

Ambos chicos no tardan en despedirse de mí para ir a comprar unos helados, con la conciencia libre de la culpa que les supondría dejarme sola puesto que Jake ha acudido a mi vera tras breves pero devastadoras palizas a sus contrincantes.

Nick consigue arrancarme otra sonrisa antes de desaparecer: coloca su piropeado sombrero sobre mí con una amplia y encantadora smiley americana que muy pocos tienen. Detecto que algunas fans han descubierto a los chicos, pero, ellos encantadores, como siempre, posan espléndidos y en bañador con las chicas.
Jake y yo posamos también, pero para nuestra cámara, aprovechando el sombrero de Nick decidimos fotografiarnos haciendo muecas para que quede patente el grado de estupidez al que podemos llegar, en cualquier caso, nos reímos como nadie.

Cuando llegas al punto en el que nada te sorprende, te sorprendes. Pues eso hice, me sorprendí al ver venir a un par de chicas hacia nosotros. Las impresionantes chicas, rubias y puramente californianas nos piden amablemente una foto, mi hermano y yo nos miramos extrañados y nos encogemos de hombros... Pienso que igual nos han confundido con alguien del crew.

-¿Cómo no?- Respondo y dejamos de lado las caras tontas y la intimidad de nuestra cámara digital para enfrentarnos a la Nikkon de aquellas chicas.

En algún momento alguna de ellas comenta que es una lástima no haber encontrado también a Zack, estoy tentada de decirles dónde se encuentra, pero por algún egoísta e individual motivo decido no hacerlo.

Y cuando el rey de Roma decide salir del agua, acude inmediatamente hacia mí, muchas chicas siguen allí; por un momento no sé dónde meterme, quizás si empiezo a cavar en la arena pronto estaré bajo tierra, sí puedo probar… Mierda, Zack también se ha dado cuenta de todo porque la sonrisa que tenía nada más salir del mar se ha esfumado en segundos. La verdad es que nunca había pensado en cómo actuar con sus fans respecto a esto, por varias razones: la primera que yo también soy fan, después está el hecho de que ni siquiera nosotros tenemos claro lo que somos y, por último falta decir que no somos dos personas que disfrutemos especialmente con la popularidad, de hecho, él ya estuvo a punto de dejar la banda por varios motivos que no vienen al caso.

De todos modos, no hay un agujero lo suficientemente grande por el que caber  en este momento y Zack parece haber salvado la situación esquivando mi mirada y dirigiéndose a sus compañeros.

Es hora de volver.

Jake se queda con Evan, compañero de equipo, además de victorias y yo me dirijo al hotel. Por el camino, veo a Halvo en la puerta de la tienda de helados, dando ridículos saltitos.
-Hey.
-¡Hombre, Melanie!
-¿Todo bien?- Dirijo mi mirada a sus pies.
-Quema…- responde él leyendo mi pensamiento- y no me dejan entrar sin zapatos, pero mis zapatos…
-Sí, lo sé. – Me río.- Siempre puedes andar con las manos, apuesto a que sabes hacerlo.
-¿Qué te hace pensar que sé?
Me encojo de hombros ¿Acaso no tiene pinta de que le gusta ir al revés del mundo?
-Pues no, no sé, sabía de pequeño… estoy pensando en probar con la rodillas cuando ya se me haya derretido el pie, puedo fingir ser un mutilado de la guerra.
Asiento embobada… qué conversaciones más extrañas tengo con este chico siempre.
-Si quieres te dejo mis zapatillas…- Es lo mínimo que puedo hacer, siempre intento ayudar a la gente como puedo y no tengo ninguna otra manera de ayudarle a él.

Halvo mira con el ceño fruncido las converse que calzan mis pies. No estoy segura de que un 37 sea su talla perfecta, pero mejor que quemarse…

-Igual si los parto en dos me cabe la mitad en tu zapatilla, nah, no importa, gracias, Melanie.

El resto de la banda sale del bar con unos cucuruchos, Nick lleva dos y le extiende uno a Halvo, suelta una carcajada al volverme a ver y comenta algo de lo ilegal del acoso. Finalmente conozco a todos los componentes de la banda, pero por poco tiempo: es la hora del paintball. 

miércoles, 2 de marzo de 2011

Capítulo 43


Nos acompaña hasta su habitación, que resulta estar al final del pasillo, obviamente parece la más tranquila de todas, y sus vecinos tampoco son demasiado activos. Me extraña ver una cama doble en su hábitat después de haber descubierto que Alex y Jack compartían cuarto. Le pregunto por el motivo.
-Soy el mimado de la banda, me tienen que cuidar mucho y me dan todos los caprichos.
Levanto las cejas con expresión de incredulidad ¿dónde han metido al verdadero Zack? El armario tiene aspecto sospechoso.
-En realidad es que prefiero dormir y estar solo, todos los tranquilos estamos en esta parte del pasillo.
-¿Y quiénes son tus vecinos?
-Ahí- señala a la pared con el dedo- está Evan, creo que Matt está al otro lado hay algunos más pero no…
Zack se ve interrumpido por un golpe en la puerta y se apresura a abrir algo mosqueado. Le recibe una cara femenina e infantil muy cute, es Cassadee.
-Hola Zack, me han enviado para deciros que hay reunión en la habitación de Vinny.
Zack suspira, no parece muy animado por la noticia. La chica posa sus ojos en mí y retira la mirada rápidamente, con incomodidad. No pasa este hecho desapercibido ante los ojos de Zack quien procede a presentarnos.
-Cassadee esta es Melanie, una amiga, y su hermano Jacob.
-Encantada.- Comenta la chica con una sonrisa, mi hermano responde por los dos.
Rondamos la treintena en la habitación del jefe de merchandasing que comparte habitación con Grieco, deduzco que no están todos los ocupantes de las habitaciones: All Time Low se encuentra al completo, al igual que HeyMonday, también reconozco a Vinny, Grieco, Evan y Jeff ¿demasiada resaca, Matt? Y luego a un grupo de chicos que no me suenan en absoluto, por lo que deben de ser A RocketToThe Moon. Tal cantidad de personas en una habitación para dos, por muy espaciosa que ésta sea no deja de ser un hecho agobiante. Vinny toma la palabra.
-Bien, ayer por la noche se dijo de ir a jugar hoy al paintball, pero no estábamos todos en la fiesta por eso lo repetimos ahora otra vez, ¿quién se apunta?
Jack, Alex, Ryan y todo el “all-time-crew” presente levantan la mano inmediatamente, Cassadee  también lo hace y todo Hey Monday la imita. A Rocket to the Moon también parece tener ganas de ametrallarse a pintura. Yo miro a Zack quien parece abstenerse de paintball y se cruza de brazos, yo me guardo las manos en los bolsillos resistiendo la tentación. Vinny fija su atención también en él.
-Zack, tío, vente. Estamos grabando el DVD, van a grabar un poco en el paintball.
-Ni hablar, para un día que vamos a estar en LA, ya dije que me iría a surfear.
-Pero es por los fans…
-Me da igual, ya me los llevé el otro día a hacer fotos.
-Zack, colega,- Alex se gira para hablar con él directamente y nuestra presencia se hace evidente…- ¡Melanie, Jake! ¿Qué hacéis aquí?
Ambos le sonreímos, pero yo no agradezco en absoluto todas las miradas que estoy recibiendo por su comentario.
-¡Me pido a los Armstrongs en mi equipo!- Grita Alex levantando la mano y mirando a su alrededor como en una subasta, alerta por si es contradicho, y, de hecho, la mirada de Zack le contradice y mucho… -¿Solo a Jake?- susurra Alex.
El ambiente de la sala se vuelve un tanto tenso mientras Zack se piensa su contestación. Por suerte, el bueno de Evan interviene:
-Chicos, yo creo que da tiempo a las dos cosas, podemos ir un rato a la playa y después, los que queramos ir al paintball, nos vamos.
Todos aplauden la idea de Evan y un pensamiento de agradecimiento le tiene a él como destinatario en mi mente.
Tenemos la suerte de encontrarnos en un buen hotel de Los Ángeles, esto es, hotel de playa y es que hay una salida secretasoloparahuéspedes que da a una playa casi privada. Zack está más animado y una tabla de surf parece hacerle más feliz que una tiza a un tonto. Los demás nos distribuimos por la arena. Me sitúo cerca de Alex, por ser el único, con excepción de Jack y Rian, que conozco. Jake se sienta a mi lado. Mi vista ya no alcanza a ver a Zack, tal y como me prometió: me ha llevado a surfear.
Jake y yo nos habíamos sumergido en una de nuestras conversaciones cuando una voz masculina propone ir a jugar al fútbol, mi hermano salta enseguida entusiasmado.
-¿Desde cuándo te gusta a ti el fútbol?
-Esto es América, Mel, se da por sentado.
En seguida, Alex lo reclama para su equipo junto a Evan, me ofrecen un puesto en alguno de los equipos que rechazo amablemente:
-Cuando sepáis jugar al fútbol auténtico, quizás juegue…
-Ooohhh, ¡que alguien la mate!- Me dice Jack mientras rebana su cuello con el dedo y me señala.
La mayoría se levantan para jugar y soy de las pocas que se quedan en la arena puesto que ni siquiera llevo bañador: no entraba en mis planes llevar traje de baño para un concierto, a diferencia de mi amiga Mpi, que es por ello mundialmente conocida.
Pero hay otra persona más a mi lado que no está demasiado interesada por el futbol ni por el mar, es uno de los chicos desconocidos, no por mucho más tiempo. Antes de que la situación se vuelva incómoda, suelto mi primer comentario.
-Me gusta tu sombrero.
Son una de mis prendas fetiches, los gorros.
-Gracias,- responde con una sonrisa.- ¿Melanie, verdad?
-Sí.
-Soy Nick.