miércoles, 16 de junio de 2010

Capítulo 16

Odio que me interrumpan cuando estoy hablando por internet, me desconcentro y pierdo el hilo, por eso la mayoría de veces ni me entero de lo que me dicen. Cuando oigo de nuevo el sonido de la puerta intento fingir que estoy dormida pero el sonido de las teclas me delata y el desconocido abre la puerta. Termino de leer el último mensaje instantáneo y giro mi silla.


Allí está, perfecto como siempre, Zack. Me saluda deslumbrante.

-¿Cómo has entrado? ¿Cómo has conseguido burlar mi sistema de la más alta seguridad?

-¿Te refieres a ese perro que tiene caseta pero no existe?-Me da un beso y se sienta todavía riéndose con la broma.- Tuve suerte y me abrió Adrienne esta vez.

-Hablando de Joseph, recuérdame que luego te cuente una cosa.- Comienzo a despedirme de mi amiga, explicándole quien ha venido a visitarme. Zack se aburre y se levanta a inspeccionar mi habitación para terminar arrodillado enfrente de la pantalla de mi Apple, no entiende nada (o no demasiado) pero ve su nombre escrito varias veces. Gira mi portátil hacia él.

-Hey Melanie’s friend. Here’s Zack. =)


-Zack? Really?


-Yep!


-What are you doing there?


-I came to have a siesta with Melanie.


-Haha she’s so lucky.


-I think you are too… you must know unknown things about her.


-Yeah I do! I sell them to you just for 1000$


-Mmm you’re not a good friend!


-Hahaha I know xD I won’t tell you anything, except if you give me your friend Jack.


-Ohh! That’s ok! Such a great deal! Nice to meet you! =)


-Nice to meet you Zack.


-Byeee Melanie’s friend.

Apago el ordenador y le miro. Le pregunto si va en serio lo de la siesta.

-Claro que sí.

-Antes de que cambies el mundo real por el onírico tengo que pedirte un favor.


-Dime.


-¿Haces algo esta noche?


-Depende de cuál sea el plan alternativo.

Le narro todo el problema de Joseph y mientras me percato de los cambios de expresiones que atraviesan el rostro de Zack hasta acabar en una de profundo rechazo.

-No.- Responde cortante.

-¿Por qué no?

-¡¿Por qué sí?! Melanie ¿ya te has olvidado de lo que pasó? No te entiendo, en serio, no puedo entenderlo.


-Necesito llevarme bien con él, Zack.


-¿Pero dónde te explicaron el término de justicia? ¿En una escuela de ciegos/sordos/mudos?


-En todos los sitios se explica de la misma manera…

-Te está utilizando, Melanie ¿no lo ves? Si sale contigo tu padre no le regañará porque sabe que es señal de que empezáis a entenderos.


-Y quizá lo consiga.

Zack está enfadado, es la primera vez que lo veo así. Le entiendo pero espero un poco de entendimiento por su parte también, por el momento no tengo miedo de que Joseph nos oiga (ha salido con Adrienne) pero sí lo hará Jacob que está en la habitación de al lado. Zack susurra cada vez que intenta levantar el tono de su voz más de lo indicado aunque esto no supondrá ningún avance.

-Mira, lo voy a llevar porque, que estés bien con él me garantiza que no hayan más peleas en esta casa, pero no quiero que sirva como precedente.

-Gracias Zack.


-No me las des. ¡Porque no pienso recogerlo!


-Tranquilo, volverá de madrugada con el padre de algún amigo.

Zack se calma, suspira y mira por la ventana, creo que le he quitado las ganas de dormir. Pero puestos a amargar la tarde, ahora le toca a él.

-Empiezo gira la semana que viene.

Por unos instantes me olvido de respirar, pero poco a poco recuerdo las instrucciones de nuevo. Sé que supone su ida: seis meses eternos. En cualquier caso, comprendo que es su trabajo, lo comprendí desde muy pequeña con mi padre, aprenderé a hacerlo con él. Aprenderé a no quedarme en estado de shock cada vez que me lo diga y aprenderé a aceptar que el sacrificio no es solo mío. Lo aprenderé, pero esta es la primera vez.

-¿Te encuentras bien?


-¿Tú qué crees?

-No quería decírtelo pero ¿qué iba a hacer? ¿Desaparecer de repente? Ya sabías que me iba…- su tono se ha calmado, ahora susurra con suavidad, sin ese tono severo que había empleado antes.

-Pero no cuando…


-El sábado que viene.

Mi cerebro comienza a recibir información de nuevo después de mi corta estancia en coma. Se va el mismo sábado que yo tengo que hacer mi examen de acceso.

-Tendremos que aprovechar esta última semana, entonces.


-¿Eso quiere decir que se acabaron las siestas?


-¡Claro que no!- Exclamo tirándome en plancha a mi cama.

Por la noche quedo con Zack en vernos en su casa, salgo con Joseph a escondidas por la puerta de la cocina. Él se encuentra apoyado en la puerta de su coche, con los brazos cruzados y con expresión de enfado. Todos entramos en el vehículo, introduciéndonos en una atmósfera de tensión y odio que ni el alegre olor del Ambi Pur puede disimular.

-¿A dónde vamos?

Joseph le comunica la dirección y Zack se pone en marcha, es una situación muy violenta, a pesar de lo natural que pueda parecer. No dejo de mirar el reloj, me gustaría preguntar cuánto se tarda hasta esa calle, pero me asustaría desencadenar una violenta discusión, Zack conduce muy concentrado, aprieta demasiado el volante y no ha puesto música, algo que siempre hace. Todo va mal en estos momentos, Joseph traga saliva, Zack se muerde el labio inferior y yo no encuentro la posición perfecta de mi ventanilla.

Llegamos por fin, Joseph se baja aliviado y antes da las gracias a Zack, quien no contesta y lo hago yo por él. De la casa sale música house a un volumen excesivo y, no solo la contaminación acústica brilla en la fiesta, también la lumínica: todas las luces están encendidas y de la piscina salen haces luminosos de colores.

-Qué precoces, los niños americanos.- Comento.

-Aquí las cosas son así, a los 7 años te regalan tu primer pistola, a los 8 das tu primer beso, a los 10 sufres la primera borrachera y a los 14 pierdes la virginidad. Joseph es así: un americano completo.

Podría seguir la conversación por ese cauce: podría preguntarle cuándo piensa perdonar a Joseph pero me respondería que no lo perdonará ni aunque salve a su propia madre de morir trágicamente; así que sigo por otra parte que, como a cualquier adolescente, me ha llamado la atención.

-¿A los catorce?


-Ajá.


-¿Puedo suponer que te incluyes en el grupo?

-No.- Asiento.- Yo soy del grupo de los de 16.

-¿Y cómo fue?- No sé si estoy entrando en un tema que no quiera tratar, de hecho, las primeras veces suelen querer olvidarse lo antes posible.

-Mmm… Borrosa… y con sabor a alcohol.


-De las peores…


-Ya te digo.

2 comentarios:

  1. -De las peores…


    -Ya te digo. ????? muy informada te veo a ti eh!!!
    que sepas que yo soy Zack y no le dejo subir a mi coche, ni pisar mi acera!!! encima que le cerro la puerta en las narices... muy fuerte, muy fuerte
    pero me mola el capi, para variar y tal, a ver si ahora que estamos en vacaciones me haces esperar menos eh
    XDD

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  2. me a gustado la tension del coche xD

    y me gusta k en el futuro zack y Joseph puedan llevarse mal y k eso suceda a mas cosas!! xD
    weno sigue escribiendo!!!!!^^

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