-¿Por qué dejaste España?- Empieza él, se había quedado mirándome demasiado tiempo y sabía que tarde o temprano se lo preguntaría, aunque confiaba en que Billie le hubiera dado una razón.
-¿Qué te dijo Billie?
-Pues… Yo no sabía ni que existías, para ser sincero. Fue un poco violento al principio enterarme de que papá tenía otra hija… Podría entender que te sacara de España para pasar más tiempo con él. Pero que te sacara para venir aquí, con desconocidos… Deberías de pasarlo muy mal…
Me encanta, cada vez me gusta más: es asquerosamente listo.
-Sí, lo pasaba mal y necesitaba cortar con esa situación.
-¿Y ahora? ¿Te sientes mejor?
-Creo que paso mucho tiempo sola, aunque no me molesta. Pero echo de menos muchas cosas.
-Salir con amigos, ¿por ejemplo?
-Sí: ir al cine, de fiesta, de compras. No tengo ni idea de cómo moverme por esta ciudad algo que no me extraña si ni siquiera conozco esta casa entera.
Jacob abre la boca para decir algo, pero sigue con sus ecuaciones exponenciales, tragándose algo, me quedo mirándole, no pienso despegar mi vista de él hasta que termine de hablar, es una buena técnica que funciona con todos aquellos que no saben en qué consiste, por supuesto, él es de esos.
-Quería preguntarte si te apetece ir mañana a la playa.
-Me encantaría ir contigo, Jacob. Además, aun no he estrenado esta playa por culpa de tus vecinos.
Me pregunta por esta última frase y le cuento la experiencia con Zack y All Time Low y mientras nos reímos, entra Joseph con cara de malas pulgas, nos mira disgustado. No dice nada, simplemente coge algo de la estantería y sale de la sala. Le comento a Jacob la preocupación en relación a su hermano.
-Intenta entenderlo, es difícil para él hacerse a la idea de que puede no ser el favorito.
-Me gustaría explicarle que no tengo intención de robarle nada, Billie Joe era la única opción que tenía para olvidarme de aquello, pero me iré lo antes posible.
-Melanie, no te preocupes por Joseph, aún así te aconsejaría que no se lo dijeras a la cara.
-Mmm… quizás un e-mail.-sugiero.
Al final tampoco me apetece decírselo mediante un e-mail, me conecto y actualizo twitter, me fijo en que Jacob acaba de actualizar su twitter con una frase un tanto cursi, no puedo evitar pensar en lo sensible qué es… desde luego muchos genes paternos brillan por su ausencia en él, pero lo adoro de cualquier manera. Desde mi habitación huelo la cena: coles de Bruselas hervidas… no me apetece demasiado, pero me da para una nueva frase: “Se huele a coles de Bruselas, cena Vip para personas Vip…” Al instante veo un nuevo comentario de Jacob dirigido a mí. “yo huelo también, hacemos alternativo plan?” Me río con su intento de castellano y le contesto en inglés: “debes practicar mi idioma, baby, dime sobre alternativo plan”. Finalmente, me responde que vaya a su habitación y así lo hago.
Llamo antes de entrar, es la primera vez que veo su cuarto, no es muy diferente al mío tiene el mismo mobiliario pero con distinta colocación, además su ventana no tiene repisa y sus vistas dan a la piscina con jacuzzi del jardín trasero. Termina de colgar el teléfono y se gira sonriente hacia a mí.
-Acabo de informar a la realeza que nosotros pasamos de cenas Vip.
Me río con el comentario y me siento en su cama, también doble, pero la suya tiene además una diferencia: tiene una tele de plasma la esquina del dosel superior, no es demasiado grande, pero no deja de resultarme snob y me encanta. Me pide que elija una película para nuestro “alternativo plan” y salto sin dudar: ¡Charlie y la fábrica de Chocolate! Se queda un poco impresionado por el ímpetu que he puesto pero le explico mi perdición por el mix: Tim Burton + Jonhy Deep.
Mientras comienzan los créditos iniciales aparece Adrienne con una enorme caja de cartón que solo puede contener una deliciosa y apetitosa pizza.
-Jacob, cariño, ¿me puedes explicar qué es esto?
-Se llama pizza, mamá; la inventaron los italianos en el año…- Jacob se calla ante la cara de pocos amigos de su madre y le cuenta la verdad:- Melanie y yo tenemos alternativo plan y queríamos cenar en mi habitación…
Adrienne parece sorprendida de verme allí y Jacob le arrebata la caja sin encontrar resistencia, finalmente, la mujer suspira y vuelve a salir cerrando la puerta.
Resulta un auténtico lujo cenar pizza tumbada en la cama de Jacob a su lado mientras vemos una de las mejores pelis de todos los tiempos. Descubro muchas cosas de Jacob durante toda la película: a pesar de la tradición familiar, no le gusta demasiado el punk, prefiere el pop; además no toca ningún instrumento lo que ha despertado en alguna ocasión la decepción de nuestro padre.
Sin poder evitarlo me quedo dormida en la cama de Jacob. Al despertarme él ya no está allí.
Me levanto y voy en busca del camino hacia mi habitación para coger los utensilios de aseo. Tras terminar en el baño, desayunar y tomarme las pastillas me pongo a rebuscar entre todas mis prendas en busca del bikini, pero parece que venía en el siguiente fascículo ya que no lo encuentro y tampoco recuerdo haberlo sacado de ninguna maleta el primer día, conclusión: necesito comprarme un bikini pero me encuentro ante dos obstáculos: no tengo dinero y no tengo medio de transporte para ir a ningún sitio.
Me avergüenza tener que hacerlo, pero voy hasta la sala de estudios donde está Adrienne trabajando y le explico el problema. Me da dinero sin poner ninguna pega, pero me explica que Samy se ha ido a hacer unos recados por lo que no podré ir al centro comercial, me tendré que contentar con los pocos comercios (pocos pero caros) que hay a la salida de la urbanización.
De camino hacia las tiendas, no puedo (ni quiero) evitar pasar por delante de la casa del único vecino con el que he mantenido el contacto. La casa de Zack no parece habitada en este momento, por lo que sigo con mi camino como si esa casa fuera un elemento más acompañando mis pasos.
Al llegar a las diminutas tiendas, me paro y me tomo mi tiempo observando los escaparates, no quiero gastar demasiado dinero, pero no es algo que yo pueda controlar, siempre me ha hecho sentir mejor el gastar dinero, como a cualquier adolescente, supongo.
Me decido por una tienda que tiene los mejores modelos, aunque a simple vista parezcan todas iguales: con el prototipo surfero y dependientes modelados por la mano experta de Dios. No es difícil decidirme, tengo un gusto caro pero fácil. Me dirijo con decisión a la caja tras probármelo rápidamente.
En seguida entran dos tipos cuyos rostros me resultan algo más que conocidos, casi familiares: es imposible olvidar los ojos de caramelo tentador de Alex o la familiar nariz de Jack. Me quedo mirándolos mientras se adentran en la tienda saludando al dependiente con una simple mirada. Por fin Jack repara en que le miro y frunce el entrecejo por unos instantes me pregunto si es que no lleva lentillas o ya se ha olvidado de mí, jamás lo descubriré, en cualquier caso, su compañero sí que me recuerda y me saluda con una amplia sonrisa.
-¡Melanie! ¿Qué estás haciendo?
-Pues gastándome el sueldo de mi padre en menos de un metro de tela.- Bromeo enseñándole el bikini que el dependiente me acaba de guardar en la bolsa de cartón, una bolsa cuyo precio equivaldría al de una revista de tendencias de Vogue, así como a la cantidad de árboles asesinados. Les pregunto por su visita a la tienda.
-Hemos tenido un problema- comienza Alex mirando con mala cara a Jack.
-¡Empezaste tú! No me mires a mí.
Les miro expectantes a que alguno de los dos decidan explicarse y tras una corta discusión infantil de “no tú, no tú” durante la cual mi cabeza se movió cual espectador de un partido de tenis, se decide Jack:
-Alex, el muy listo, me lanzó un balón de rugby en el salón de Zack y con la mala puntería que tiene, le dio al jarrón que le regaló su hermana de Tokio.
-Jack, te avisé tendrías que haberlo cogido, no me jodas.
-¡Tranquilidad!-intervengo- eso no explica qué estáis haciendo aquí.
-Queremos compensarle- dice Alex mirando a Jack que le responde con una sonrisa infantil y asintiendo.
-Es que ya es la segunda vez que casi le destrozamos la casa, el otro día tiré agua en su portátil y aún no sabemos si funciona porque no lo ha usado todavía…
-¡Dios mío! ¡Recordadme que no os invite nunca a mi casa!
-Fue sin querer.
-El caso es que ahora queremos regalarle algo que le guste antes de irnos como forma de agradecimiento y, sobretodo, de disculpa.
-¿Una tabla de surf?- deduzco, Jack me mira preocupado y se dirige a Alex.
-¿¿Una tabla de surf?? ¿No era un bañador nuevo?
-Me gusta la idea de la tabla.- Dice Alex caminando hasta el fondo de la tienda donde se encuentran las tablas.
-Pero Alex, con el precio de una de esas podemos comprarle un ordenador nuevo o cinco jarrones chinos de esos.
-Pero Jack, tío, se lo debemos…
Finalmente, Jack queda convencido y ambos comienzan a mirar aconsejados por el dependiente. Antes de abandonar la tienda, Alex pide mi opinión, me acerco hasta ellos, es realmente difícil escoger una pero durante mi paseo visual choco con una perfecta: es blanca con motivos decorativos en azul cielo, se la enseño a Alex y Jack y este último da una palmada.
-¡Toma! Gano yo, Alex.
-Sabes que es una de las más caras ¿no?
-No me estropees la victoria, perdedor. ¡Nos la llevamos!
Una vez fuera de la tienda, les entran las prisas.
-A todo esto, cuando fallaste el pase Zack acababa de entrar en la ducha, ya habrá salido.
-¡No jodas!- Jack mira su i-phone con una mano: lleva la otra ocupada llevando la enorme tabla con Alex.- ¡Voy a distraerlo! Melanie, ayuda tú a Alex.
Mientras Jack sale corriendo a casa de Zack acompaño a un paso más lento a Alex, la tabla pesa mogollón y encima tengo la mano ocupada por la bolsa del bikini. Llegamos vivos pero no coleando hasta la casa y Alex me explica que tienen que guardarla en el jardín trasero y allí la dejamos. Me da las gracias y nos despedimos.
Tras una corta siesta me despierto como nueva, oigo los pasos de Jacob tras la puerta, sé que son suyos por la ligereza y, sobretodo, porque es el único que ha cogido tal confianza conmigo que ni siquiera llama a la puerta. Cuando entra y me ve tumbada me lanza una mirada punzante.
-¿Cómo puedes tener sueño a las cinco p.m?
Le sonrío, aún tengo que malacostumbrarlo a la española. Le comento por encima la costumbre de la siesta mientras preparo las cosas de la playa. En menos de media hora estamos en camino. Mi estómago lanza gritos apocalípticos y es que no he comido, tras la experiencia de la tabla tuve que ir corriendo a contárselo a Airin y cuando me quise dar cuenta me estaba tumbando en la cama y si a todo eso le añadimos un sol de envidia, queda clara la solución: sueño.
Durante el camino le cuento a Jacob la anécdota de la mañana y se queja, tiene envidia de la suerte que estoy teniendo al conocer tan rápido a la gente, me preocupa el tono en el que lo ha dicho y procedo a mi interrogatorio disimulado.
-Te resulta fácil porque no tienes que cargar con el peso del apellido.
-Eso es mentira, tus vecinos lo saben Jake, saben quiénes vivimos en esa casa.
-¿Y no has pensado nunca que, quizás, solo se acercan a tu por eso? ¿Que nunca habrá nadie especial que te busque por lo que eres y no por “de quien” eres?
-Por supuesto que las hay pero si para encontrarlas tienes que utilizar otros métodos… ¿por qué no? Seamos realistas, Jake, no nos podemos quejar por tener este apellido. Obviamente, habrá gente que se acerque por interés, pero mucha otra lo hará por curiosidad y quizás así conozcas a alguien que valga la pena.
-Tú no lo entiendes.
Me da rabia que me conteste así, puede que no le entienda pero esa es mi intención. En cualquier caso, he perdido, acabamos de llegar a la playa y la conversación ha terminado. Buscamos un sitio donde asentarnos y nos tumbamos bañados por un sol bondadoso y cancerígeno a la vez. Tras media hora cual vegetal me siento cansada y excesivamente caliente, se lo hago saber y me dirijo al agua, él, por supuesto, viene conmigo.
Siento las playas californianas diferentes, diferentes para mejor: el agua parece más pura y cristalina además los bañistas están acompañados por surfistas que nos deleitan con las vistas… Surfistas… Mi vista se pasea por todos ellos hasta que da con una tabla blanca decorada con motivos azul cielo. En ese momento no le digo nada a Jacob, no se lo merece, aún me duele que piense que no puedo entenderle.
Decidimos salir del agua cuando el sol nos castiga con su vuelta a casa. No queda mucha gente en la playa, solo algunos bañistas del inserso y los surfistas que aprovechan hasta el final. Mientras Jacob y yo nos secamos, oigo una voz detrás nuestra, solo pronuncia una palabra, la cual no podría ser más inapropiada para la tarde de playa con Jacob tras nuestra conversación sobre apellidos.
-Hey Armstrong!- Me giro y miro al dueño de la voz.
-Mr. Merrick…
Por supuesto, lleva la tabla nueva que contrasta con el traje reglamentario de surfista negro, se pasa la mano por el pelo, sacudiéndose el agua. Puede que acabe de cometer una gran metedura de pata (no tan grave como la mía, en su día) pero en ese estado se le perdona todo.
-Me alegro de que te gustara el regalo- le digo mirando la tabla.
-¿Qué regalo?-pregunta él siguiendo la dirección de mi vista.- ¿Esta? Me la compré ayer en la tienda de surf…- En ese momento palidezco mortalmente ¿cuántas veces la voy a cagar delante suya?- ¡¡Es broma!! Me encanta… ¿Te encuentras bien?
En ese momento viene una palabra a mi mente “hijo de puta”, por desgracia, en el colegio no me enseñan ese tipo de vocabulario, así que me conformo con un simple idiota y una retirada de la mirada. Él sigue sonriendo y Jacob, el muy traidor, se le suma. Zack no tarda en presentarse a mi acompañante ante mi evidente falta de iniciativa.
-¿Qué ibais a hacer?
-Supongo que volver a casa para la cena.- Responde Jacob.
-Mmm ¡veniros a cenar! ¡Hoy tengo chachos gratis!- Le miro de nuevo para intentar descifrar si lo que estoy pensando es realmente cierto, efectivamente, por su mirada cómplice veo que así es. Al parecer, Alex ha convencido a Jack para llegar mucho más lejos que comprar un regalo.
-Suena bien- digo mirando a Jacob, quien asiente sonriente.
marinaaa!!!! me encanta el capi!!!
ResponderEliminarsobretodo la relacion d jacob cn melanie.
Jacob super mono!! *u*
jajaj y k se comprara la tabla en dia antes... xD
sigue escribiendo!!!!! ªuª