Piso tierra casera de nuevo al medio día, estoy deseando hablar con Jacob, me ha dejado con intriga ¿qué me quiere contar? Me despedí de Zack muy a mi pesar, cada vez son menos las horas que nos permiten estar cerca.
Durante la comida, Jacob sigue dejándome la miel en la boca: me mira y me sonríe pero no llega a decir nada. Yo no me quedo sin saberlo, hoy me quedaré sin siesta, pero éste me lo cuenta.
Le doy tiempo suficiente para que termine de comer, arregle lo que tenga que arreglar e invado su cuarto. No llamo, entro sin más. Jacob está sentado en el escritorio y su rostro se ilumina al verme.
-Me tienes en ascuas.
Se ríe con musicalidad y los apuntes de su escritorio pierden su atención.
-Es una tontería, en realidad…
-A los tontos nos gustan las tonterías.
-Habla por ti.
-Por mí hablo…- sonríe graciosamente y desvía la mirada.
-Se ha mudado otro europeo…
-La crisis hace estragos… ¿es griego?
-No…- Le interrogo con la mirada, odio que me hagan preguntar cuando saben que estoy deseando saberlo, espero hacérselo entender- ¡Es alemán! Su pelo es tan rubio que casi parece blanco, y es altísimo, con los ojos claros, por supuesto… Y dice: “Hello, how are you?” en lugar de “Hey, what’s up? Y normalmente habla así- pone acento extraño en la última palabra.
Está emocionado, es hablar del nuevo alemán y los ojos comienzan a brillarle cual dibujo animado, además mi pregunta le ha hecho coger carrerilla y hablar atropelladamente como si estuviera bajo la influencia soporífera y agradable del alcohol. Conoció al nuevo americano en el centro comercial y vive en unas urbanizaciones cerca de la playa también, pero en una zona mucho más barata que esta, no sabe mucho sobre él, solo que su nombre es Thomas Müller.
-Jacob, necesito tu ayuda.- Cambio de tema cuando por fin se relaja.- Quiero que me ayudes a elegir un regalo para Zack, algo bonito pero no cursi…
-Comprendo.
-No quiero algo tópico, ni aburrido o el clásico colgante con la inicial…
-¡Ohhh! Pero si eso es un detalle muy bonito, seguro que así no se olvida…
-No.
-Pero es el regalo perfecto para cualquiera y a Zack le pega de maravilla: es dulce, sencillo, inteligente, guapísimo…
-Y mío.- Le corto antes de que se olvide del extranjero recién importado.
-No lo mereces.- Dice con una mirada punzante pero irónica a la vez.
-¿Me vas a ayudar o no?
-¿Vamos mañana por la tarde?
-Gracias, Jake.
-Un placer.
Es agradable poder contar con él, es la pieza que me une realmente a América, por supuesto, Zack también, pero de otra manera. Jacob ha conseguido que sienta que América me ha aceptado y, no solo eso, ha conseguido que no me sienta sola en aquel enorme país, parece fácil pero es una tarea que solo alguien con esa aura tan pura podría conseguir.
Pasé toda la mañana encerrada en mi cuarto, estudiando… o, al menos, eso intentaba pero en mi subconsciente deseaba que el Iphone comenzara a sonar proponiéndome un plan alternativo, aunque simplemente sea levantarme para ir a recogerlo… ¿Y si lo tengo en silencio y no me he dado cuenta? Es uno de mis mayores problemas y he de reconocerlo: cuando tengo ganas de estudiar no hay nada que me lo impida pero si no es el caso, hasta la final de Big Brother me parece interesante. No, está con sonido y con la batería en plena capacidad. Entonces… ¿le llamo, no?
-Buenos días, Mel ¿ya estás despierta?
-Qué va…- se ríe musicalmente, su risa suena casi infantil y me encanta- Zack… mmm… ¿cómo decirte esto?
-No me asustes, ¿estás embarazada?
-Yuk…-Reprimo una arcada- No tengo ganas de estudiar.
-¿Llamas por eso?
-Mayormente…
-Es que estoy ahora mismo preparando las cosas para mañana ¿te puedes creer que el vuelo sale a las 6 de la mañana? ¡Tengo que salir de casa a las 4!
-Ponte en huelga, Zack.
-¿De hambre?
-No, mejor de desnudos…- le oigo reírse de nuevo.
-¿Crees que funcionará?
-¿Crees acaso que ese es mi objetivo?- suelta una carcajada más sonora que la anterior.
-¿Sabes lo peor? También viene Jack, llega mañana, está hoy en Los Ángeles y de paso le ayudo con la acústica.
-No hace falta que me des explicaciones, Zack.
-Lo sé, pero mi conciencia se queda más tranquila… Por eso, la mañana la tengo pilladísima, así que ¡te veo esta tarde!
-¡Esta tarde no puedo!
Mi última frase ha sido en vano, ha colgado antes de escucharla, por lo tanto, he hablado con el aire… en fin, él sabrá, la próxima vez igual me escucha. Bueno, los apuntes me miran amenazantes desde una posición inferior, por supuesto. Han ganado esta batalla.
El pequeño de los Armstrongs ha solicitado los servicios de Samy para esta tarde y eso está levantando oposiciones radicales en contra de la autoridad máxima de la casa (traducción: Joseph le está gritando a su madre porque ve injusto no poder salir esta tarde ante la falta de chófer), lo peor de esta situación son las víctimas inocentes del incidente, osea: moi, me he quedado sin siesta. Me cambio y aparezco en la cruenta/violenta batalla. Es curioso, Jacob está tumbado en uno de los sofás, con la cabeza apoyada sobre un brazo, mirando con aburrimiento a su hermano, quien, juraría que está sentado, pero excesivamente tenso, cual periodista del corazón que está siendo contradicho.
-Joder, mamá ¡Hoy me tocaba a mí! Ahora ¿cómo coño voy?
-Usa el autobús…- Responde Jacob sin darle importancia.
-Hazme un favor, a mí y al mundo, y muérete, imbécil.
-Joseph, ya vale- interviene Adrienne.- Yo te llevo a ti esta noche, Jacob y Melanie irán con Samy.
¡Oh! Alabo a la nueva reina, heredera de Salomón, sabia decisión la suya. Hemos ganado. Jacob se levanta y coge su chaqueta.
-Eso sí…- parece que aún quedan algunas sabias palabras con las que nos desea deleitar- La próxima vez que no os pongáis de acuerdo, todos en casa ¿queda claro?
-Transparente…- Respondo.
Bien, salimos. Le agradezco a Jacob el haber insistido tanto con la salida ante su hermano, si no fuera por él, no lo hubiera conseguido, principalmente porque el único que puede acercarme hasta el centro comercial (Zack) no debe enterarse de lo que quiero hacer allí.
-¿Sabes a quién he encontrado buceando por twitter?
-¿A quién?
-Al señor Thomas… ¡Müller!
Me sorprende, pero lo más increíble viene después: ha quedado con él para ir a la playa el viernes que viene, es decir, mañana.
-Y eras tú el que se quejaba del apellido, bien que no lo rechazas ahora…
-No tiene nada que ver.
Lo que más me sorprende de todo es la naturalidad con la que habla de esto delante de Samy, cuando me contó que lo había conocido, bajo de volumen hasta llegar al susurro. Eso me lleva a la conclusión de que Samy se ha convertido para la familia, no en uno más, sino en algo más, ha hecho su papel de camuflaje tan bien que lo confundimos con el mobiliario, tengo que reflexionar sobre esto, me lo apunto para más adelante. Hemos llegado.
Thomas müller eh? rubio albino, alto... tendré que pedirle a jake que se aleje de el, me pertenece xD venga, no, pero porque Jake me cae bien.
ResponderEliminarPor ciertooo!!! quien llega?! ES JACK!! siii!! lo malo es que se que os peleareis en algun momento. nada mas lejos de la realidad eh (notese la ironia)
y, con respecto al "mobiliario", igual es que confia mucho en Samy... igual es que Samy tambien es gay... igual... igual la week que viene leere el siguiente capi XD
love it!