Su compañero de banda entra en la vivienda animado. Jack el oportuno.
-Dios, tío, menuda mierda de vuelo he tenido, pedí cacahuetes dulces y me trajeron patatas,- vale tío, ya entro yo la maleta, no te molestes-, luego me confunden el redbull con una light ha sido el peor vuelo de…
Se calla al comprobar que Zack no está solo, toda la decoración da a entender lo suficiente.
-Creo que llego un poco pronto…
-Sí quizás sí.- Le respondo yo, me mira con confusión y luego se dirige a Zack.
-Lo siento, tío.
-Tranquilo…
-Bueno, yo me subo arriba y no molesto, pareja.- Ya ha molestado bastante… - Encantado de verte otra vez, Melanie.
-Lo mismo digo.- Sí, digo, pero ni por asomo pienso…
Comienza a subir las escaleras cargado con la maleta y Zack ocupa su asiento de nuevo.
-¡Te espero en la cama, Zack! ¡No tardes!
-¡En seguida subo, cariño!- contesta él, levanto las cejas y le sonrío pícaramente.- ¿Qué?
Sé lo que intenta con esa actitud desafiante, quiere provocarme celos, pero lo tiene difícil y pienso complicárselo yo más.
-¿Me dejarás unirme?
Suelta una ruidosa carcajada y continúa comiendo sin responder. Peor para él, yo lo tomo como un sí.
Aún debo aprender a interpretar las respuestas de Zack: era un no. Al finalizar la cena me acompaña hasta el jardín delantero, allí la piscina proyecta una luz verdosa sobre todo el escenario, en un principio creía que esa iba a ser la despedida pero me equivoco, Zack se sienta en una de las hamacas playeras que hay al borde de la piscina y golpea suavemente el hueco libre que queda a su lado. Obedezco sin resistencia.
De repente no sé qué decir y él también está callado mirando el agua. No me siento cómoda, es una despedida, no un entierro por el amor de Dios. Se lo hago saber.
-Además aún tenemos mañana.
-De eso te quería hablar…- comienza apesadumbrado, algo me dice que no va a haber mañana.
-¿Qué?
-Con Jack aquí… no he preparado aún nada y…
Le cuesta demasiado hablar, como si pronunciar cada palabra fuera un latigazo hacia a mí que no se perdonase. Le ayudo:
-No pasa nada, lo entiendo.
-¡Mierda, Melanie! ¿Me vas a perdonar todo?
-¿Cómo es quieres que me enfade por esto, Zack?- Me ofende que piense así, pero sinceramente creo que yo llevo la razón.
-Son excusas Mel, no quiero verte mañana, no puedo.
Me quedo petrificada, no me atrevo a mirarle, eso sí que ha sido un latigazo. ¿Qué ha querido decir? Si es que tiene algún otro sentido esa frase…
-Vale…- es lo único que consigo decir susurrando y con voz que suena a lágrimas.
-¡No, no! – Se gira y levanta mi rostro hacia a él, obligándome a mirarle.- No puedo verte Melanie, porque eso me obligaría a quedarme ¿me entiendes?
Siento que mis pulmones vuelven a tomar de esa droga que tanto les estaba faltando, respiro.
-Creo que sí.
Le abrazo y las lágrimas que antes había estado intentado evitar sacuden mi rostro sin remedio, él me acaricia el pelo sin decir nada. Esa es mi auténtica droga: él, y me esperan seis meses de abstinencia.
Me calmo pero no me separo, me siento con fuerzas para volver a hablar:
-¿Puedo dormir aquí hoy?
Él suspira y se recuesta sobre la hamaca sin separarse. En cualquier otra ocasión no se lo habría pedido, pero la sensación de no poder volver a tenerlo cerca durante tanto tiempo es casi dolorosa físicamente. Creo que ese suspiro es una respuesta negativa, si quisiese decir que sí, ya lo habría hecho.
-Con Jack aquí… ¿no te resulta incómodo?
Lo he pedido yo, ¿cómo quiere que me resulte incómodo? Desafortunadamente, está claro que a él sí. Se lo pondré fácil.
-Sí… un poco sí…
No soy consciente de cuánto tiempo estamos así hasta que me siento incapaz de moverme debido al tiempo que hemos pasado quietos. Me duele todo pero debo volver a casa y él quiere dormir con su amigo…
Me acompaña hasta la puerta, cediéndome el paso.
-Hasta dentro de seis meses, Zack.
No digo nada más y atravieso el umbral, él intenta retenerme apretando mi mano para decir algo, pero mis intenciones son claras (a la par que infantiles) y me suelto sin problema, tampoco me giro para mirarle, algo de lo que me arrepentiré.
Durante los segundos que tardo en llegar a casa, ni una lágrima cruza mi rostro y no es que no desee llorar es que no me lo permito. He sido una estúpida y bastante borde, no me comporté como debería, o como se esperaría de cualquier persona medianamente madura.
Jo, marina... hoy que vienes lo repetire, pero tengo que escribirlo...
ResponderEliminarcreo que me has timado y me has puesto los capitulos mas cortos para torturarme sin compasion y que los lea todos en un dia...
Con lo que respecta al capitulo, me alegro que le hayas dado a Jack la oportunidad de dejaros a solas... podria haberos jodido la despedida perfectamente xD
Que conste que yo tambien me he quedado muerta cuando he leido "-Son excusas Mel, no quiero verte mañana, no puedo."
Casi me meto en el ordena y le pego XD
bueno, no leere el otro porque tengo que prepararme para cuando vengas... aun quedan dos horas, si... pero yo soy asi =p